Una leyenda sobresaliente es la de el cadejos:
Esta tradición habla de un espectro con forma de perro negro grande y encadenado, a menudo con dientes de jaguar y patas de cabra, que se aparece por los caminos a deshora para acompañar a los noctámbulos que andan en malos pasos y advertirles para que cambien su forma de ser.
Las tradiciones relatan que se trató de un hijo menor(un benjamín o, como típicamente se les llama en Costa Rica, cumiche) que vivía en un total libertinaje, y sufrió la maldición de su padre; o bien, un sacerdote corrupto que fue castigado por Dios.
Se cuenta que, tras cien años de penar, se transformó nuevamente en un ser humano, y posteriormente se suicidó arrojándose al crater del volcán Poás el géiser más grande del mundo. Sin embargo, sigue la leyenda, no murió, y es él quien provoca los estremecimientos del coloso.

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